martes, 29 de julio de 2008

Y explotó...

No pudo ser, todo es cíclico, todo empieza, acaba y de nuevo vuelve a empezar como aquel ciclo del agua que aquel profesor de ciencias naturales se empeñaba en que aprendieras.
Todo es efímero, nada se queda para el futuro, no de la misma manera que lo estas viendo ahora mismo, ni con la misma forma, algo siempre acaba modificándose ya sea esa misma presencia o la percepción sobre ella.
Es como aquella película que de adolescente te había encantado y habrías querido emular hasta la saciedad, vivir la sus vidas y ahora al ponerla, pasados los años no acabas de entender que fue lo que te atrajo de ella.
La gente cree gracioso mirar al pasado, ver el sendero que han ido recorriendo, las piedras en las que han tropezado y los atajos que utilizaron… pues creen ser, un cúmulo de experiencias que nos condicionan como individuo.
En mi caso, mirar al pasado es diferente, no me siento experimentado, me siento arrepentido, a mi no me vale la frase de “a lo hecho, pecho”, nunca me ha valido.
Se cual fue mi primer error, cuando y como tropecé con aquella dichosa piedra, como me marcó, me marca y me marcará de por vida, esa cicatriz nunca desaparecerá de mi piel y me recordará que por creerme algo acabé siendo y sintiéndome nada.

1 comentario:

Lola dijo...

ay!!! mi alma atormentada...el cine, es cine; los errores, los cometemos todos...no esta mal desear que tu vida sea como la de una peli, pero lo mejor es ir escribiendo tu mismo el guion...
(me pido un papel estelar!!!!)
besos